1885-1974 | Chile
Nacido en el seno de una familia rural, Carlos Isamitt Alarcón destacó desde su infancia en Rengo por la dedicación a la lectura, la multiplicidad de sus intereses y la atracción que tempranamente ejercieron las artes sobre él. Estas inquietudes lo impulsaron a decidir seguir una carrera como pedagogo, ingresando a la Escuela Normal José Abelardo Núñez en Santiago.
Luego de licenciarse como docente primario, prosiguió con su formación artística bajo la tutela de los maestros Julio Fossa Calderón, Pedro Lira y Fernando Álvarez Sotomayor. Al alero de sus enseñanzas, Isamitt fue forjando un estilo que lo llevó a destacar como uno de los pintores que constituyeron la Generación del Trece.
Fue nombrado en 1927 Director General de Educación Artística, cargo en virtud del cual pasó a dirigir el Museo de Bellas Artes, la Escuela de Bellas Artes y el Conservatorio de Música. Su experiencia artística y docente lo convenció de la necesidad de renovar la enseñanza de las artes plásticas en Chile, causa con la que se comprometió activamente, convirtiéndose en uno de los artífices de la fundación de la Escuela de Artes Aplicadas y dando a conocer sus reflexiones en numerosas publicaciones especializadas.
En forma paralela a su labor docente y a la actividad pictórica, Isamitt retomó los estudios musicales que había emprendido en la infancia, incorporándose como alumno al Conservatorio Nacional de Música, bajo la tutoría de Domingo Brescia. Sus propuestas se caracterizan por ser particularmente eclécticas en lo estilístico y novedosas en lo temático, pues hizo de la cultura de los pueblos originarios y del folclor chileno su principal fuente de inspiración.
En efecto, uno de los más valiosos aportes de Carlos Isamitt a la cultura nacional proviene de su veta de investigador de la música aborigen y del folklore mestizo. No solo se encargó de recopilar un copioso corpus etnográfico, tanto de orden musicológico como iconográfico, sino que además se empeñó en difundir estos conocimientos, incorporarlos a los currículos escolares e insertarlos dentro de la cultura oficial. Sus estudios sobre las tradiciones, repertorios e instrumentos musicales del pueblo mapuche figuran entre los más completos que se hayan realizado y su propia obra creativa se impregnó de estos referentes, hasta el punto de convertirlo en el máximo exponente de la corriente conocida como "indianismo musical".
Carlos Isamitt ejerció importantes cargos en instituciones estatales, de educación y artísticas. Desarrolló nuevas técnicas pedagógicas para los programas oficiales e incorporó elementos de la cultura local excluidos del repertorio temático tradicional. Formó parte, además, del núcleo fundador de la Asociación Nacional de Compositores (ANC), junto a los ya mencionados Allende y Leng, Domingo Santa Cruz, Próspero Bisquertt y Samuel Negrete, entre otros. Su aporte a la vida cultural chilena se ve reflejado en el respeto de un amplio conglomerado de artistas nacionales -entre ellos Margot Loyola, quien fue su discípula-, reconocimiento que se materializó en 1965, cuando recibió el Premio Nacional de Artes Musicales.