1884-1954 | Chile
Enrique Soro, nacido en Concepción en 1884, dejó una huella indeleble en la música chilena como compositor. Sus primeras lecciones musicales las recibió de su padre, José Soro, un compositor italiano. Tras una infancia en Chile, Enrique perfeccionó sus habilidades en el Conservatorio de Milán, Italia, donde ganó reconocimiento, incluyendo el Gran Premio de Composición en 1904. Posteriormente, su música triunfó en ciudades de Italia y Francia.
En 1905, regresó a Chile y se convirtió en profesor de armonía, contrapunto y luego de composición y piano en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación en Santiago. Ascendió a subdirector en 1907 y, finalmente, en 1919, se convirtió en director, liderando la institución hasta 1928. Entre sus discípulos se encuentran nombres destacados como Domingo Santa Cruz, Adolfo Allende, Nino Marcelli, Héctor Melo, Juan Casanova y Roberto Puelma. Bajo su dirección, el conservatorio llevó a cabo proyectos significativos, como el estreno de las nueve sinfonías de Beethoven y el impulso a la formación de intérpretes profesionales en Chile.
Su producción abarcó más de 200 obras, incluyendo piezas para piano, canciones, composiciones de cámara y orquestales. Es reconocido como el primer compositor chileno en crear una sinfonía, la Sinfonía Romántica en La Mayor de 1921. Soro es, indiscutiblemente, el compositor chileno con mayor alcance y éxito a nivel internacional. Además, fue conocido por su habilidad como pianista improvisador y mantuvo relaciones con notables personalidades de la época, como Vincent D'Indy, Pietro Mascagni, Camile Saint-Saens, Ignace Paderewsky, Paul Casals, Giacomo Puccini y Maurice Ravel, entre otros.
A lo largo de su vida, recibió numerosos honores, cargos y premios destacados, como el de vicepresidente de la Sociedad de Compositores Chilenos, la Medalla de Oro por el Himno Centenario a Chile (1910), el nombramiento como miembro honorario de la Sociedad de Compositores de París (1922), el reconocimiento a sus 50 años de carrera por el presidente Pedro Aguirre Cerda en 1940, y finalmente, el Premio Nacional de Arte en la categoría de Música en 1948.
Enrique Soro falleció en 1954 en Santiago, dejando un legado imperecedero en la música chilena y siendo un referente indiscutible en la historia musical del país.