Marzo trajo a Chile una gran cantidad de actividades protagonizadas por músicos chilenos que nos visitaban desde el exterior, entre ellos el director Vicente Larrañaga y su compañía de ópera experimental Novoflot, la luthier Pilar Campos, el percusionista Relmu Levalle y el director Helmuth Reichel. También se anunció el retorno a Chile de la violinista Ana Liz Ojeda y el guitarrista Alexis Vallejos, gracias a contratos en universidades de Talca y Santiago. Entretanto, en la Universidad Alberto Hurtado se realizó la III Conferencia Internacional “Trayectorias”, donde los compositores e intérpretes chilenos migrantes fueron tema de varias ponencias musicológicas. El presente reporte ofrece una muestra de las actuaciones, premios y discos más relevantes de estos artistas en la escena internacional.

La compositora y miembro SIMUC fue invitada por el prestigioso Ensemble KNM a las jornadas “KNM CONTEMPORARIES - Music in the Making”, realizadas en los Uferstudios de Berlín (18-21 mar.). Allí presentó su obra Cenizas (2017) para flauta, clarinete, violín, violonchelo y contrabajo, estrenada en Francia por el Ensemble Multilatérale y posteriormente interpretada en España y Chile.

La música de Macarena Rosmanich seguirá sonando el Europa durante este año. El legendario Ensemble Recherche le encargó una obra para conjunto instrumental y coro. Además, los serenenses de Trío Dibujos planean una gira de conciertos por el Reino Unido que incluye su obra Yo no sé del sol, para oboe y piano preparado. A esto se suman los estrenos mundiales de Un grito para flauta, clarinete, piano, violín y violonchelo, en Montepulciano, Italia, y de una obra para arpa y contrabajo, encargo de la ciudad de Colonia.

Macarena Rosmanich está cursando el último semestre de su máster en la Escuela Superior de Música de Friburgo bajo la guía del compositor Johannes Schöllhorn. Anteriormente, estudió composición en la Universidad de Chile, bajo la tutela de Aliocha Solovera y Jorge Pepi Alós, y realizó estudios de posgrado con José María Sánchez-Verdú en la Escuela Superior de Música Robert Schumann de Düsseldorf.

Quienes busquen un contenido extramusical en las creaciones sonoras encontrarán muy sugerente la música de Macarena Rosmanich, con sus gestos enérgicos que parecen cargados de intensa emoción. Una presentación anterior de Cenizas fue en un concierto con alusiones explícitas a la obra de un reconocido pintor portugués, mientras que el título de la pieza Yo no sé del sol alude a un poema de Alejandra Pizarnik. Sin embargo, estas conexiones con otras artes deben tomarse en sentido muy general.

Sobre este y otros temas tuvo ocasión de conversar la compositora en las estimulantes jornadas organizadas por el Ensemble KNM. Las y los compositores tuvieron ocasión de escuchar sus obras interpretadas por la ilustre agrupación y dialogar con un entusiasta público: una loable iniciativa para restablecer el íntimo vínculo entre creadores, intérpretes y oyentes que pareció disolverse durante el siglo XX. En una representación en miniatura de la escena musical global, las jornadas convocaron a 8 compositores y 4 compositoras provenientes de 10 países distintos, que en sus obras y charlas reflejaron una gran diversidad de estéticas y aproximaciones a la composición.

Hubo dos participantes de Latinoamérica, ambas mujeres, un dato significativo para un evento cuya fecha casi coincidió con la de “Sonidos desde la ausencia” en la Universidad de Chile. Este último fue un concierto inspirado en las movilizaciones feministas que buscaba visibilizar el trabajo de las compositoras, tan subrepresentadas en las programaciones de festivales de música contemporánea y temporadas de concierto en nuestro país. Las mujeres (y no solo ellas) reclaman una escena musical más inclusiva en Chile y el mundo: una donde las creadoras como Macarena Rosmanich tengan el espacio que les corresponde.

Felipe Elgueta