Al igual que el mes anterior, agosto estuvo marcado por las escuelas y festivales de verano en el hemisferio norte. También muchos de los músicos residentes en Europa y Norteamérica aprovecharon el último mes del receso estival para dejar una apreciable huella en las temporadas de ópera y conciertos en Chile.

El pianista radicado en Austria realizó una gira de dos semanas (23 jul.-7 ago.) que incluyó un concierto a dúo en Osaka con la violinista Mie Isaka, y recitales de piano en Seúl, Yokohama y Sendai. Los programas de estos últimos pusieron el énfasis en la música latinoamericana. Quinteros y su repertorio fueron recibidos con entusiasmo, lo que hace suponer que pronto habrá otra gira a la misma región.

Cabe mencionar que el pianista gestionó estas actividades sin apoyo de la DIRAC ni del Fondo de la Música, tampoco de las embajadas chilenas. Dicho apoyo sí fue importante algunas semanas antes, para la nutrida participación de Danor Quinteros en el Festival de Música de Cámara de Helsinki, donde tocó 6 obras en 4 programas, junto a destacados músicos de Finlandia, Austria y Alemania. Tras su gira por Lejano Oriente, el pianista volvió a Chile para un ciclo de recitales junto al violinista Bastian Loewe. En noviembre estará nuevamente en nuestro país para tocar junto a la Orquesta Clásica Usach y dar un recital en el ciclo de sonatas de Beethoven en el Teatro Universidad de Chile.

En los últimos años, Danor Quinteros ha ganado una gran cantidad de premios internacionales, además de haberse incorporado al equipo docente de la Universidad Mozarteum en Salzburgo. Aunque todo este reconocimiento es inusual entre los pianistas chilenos de la actualidad, no podríamos considerarlo un caso realmente aislado. Nombres como Edith Fischer, Alfredo Perl y Jacques Ammon son bien conocidos internacionalmente. El mes pasado informábamos de la contratación de María Paz Santibáñez en un conservatorio importante de París, y poco antes Paulina Zamora estuvo entre las finalistas del concurso por una cátedra en la prestigiosa Jacobs School of Music de la Universidad de Indiana. Por su parte, algunos pianistas jóvenes ya se están haciendo notar en concursos en el extranjero, entre ellos Monserrat Bravo y Pedro Robert (quienes recién estuvieron en el ciclo de la Sociedad Chopin en el Teatro Municipal de Santiago), Marco Antonio Cuevas, Daniela Saavedra y Claudia Roa.

De todos modos, persiste la sensación de que el país de Arrau debería tener un mayor peso en el panorama mundial del piano. Tal vez un buen punto de partida para impulsar dicho desarrollo sea buscar inspiración en el ejercicio de redescubrir y divulgar el legado de los grandes pianistas de nuestra historia, tal como se está intentando hacer en estos días con la publicación de una antología de Óscar Gacitúa. Una tarea que requeriría aún mayor inversión y capacitación sería mejorar la calidad, disponibilidad y mantenimiento de los pianos en Chile. Son medidas necesarias para desarrollar una cultura que valore y goce verdaderamente el arte de sus pianistas de ayer, hoy y mañana.

Felipe Elgueta