Tras el ajetreo navideño de diciembre, enero trajo un calendario bastante menos nutrido para los músicos chilenos en el exterior. Muchos de ellos visitaron Chile, participando en eventos ya tradicionales como el festival lírico (este año “Convención”) de San Pedro de la Paz o las Semanas Musicales de Frutillar, o en nuevas iniciativas como el Festival Internacional de Violonchelos de Chonchi, giras de recitales como la del Dúo Lioren o conciertos aislados, como el que marcó el reencuentro de la gran clavecinista Catalina Vicens con el público nacional tras una década de ausencia. De la escena internacional, el presente reporte destaca a intérpretes de los ámbitos de la música antigua, la lírica y la guitarra clásica, además de incursiones chilenas en Argentina y dos figuras insignes de la música nacional: los compositores Enrique Soro y Juan Orrego Salas.

La violonchelista residente en Grecia y miembro de SIMUC, Fabiola Ojeda, protagonizó una histórica velada de música barroca en la nueva Sala del Conservatorio de Atenas. Tras 12 años, volvió a encontrarse sobre un escenario con su hermana Ana Liz, violinista de Accademia Bizantina, el célebre ensamble italiano que dirige Ottavio Dantone. La ocasión fue un concierto de “Lumini e Sombri”, conjunto formado por Fabiola Ojeda junto a Maria Koletou (flauta dulce) y Katerina Ktona (clavecín), con Ana Liz debutando en Grecia como invitada especial. El programa incluyó sonatas, variaciones sobre “La Follia” y otras piezas de estilo o influencias italianas. El concierto, organizado por la Municipalidad de Psixikó y el Conservatorio, tuvo amplia difusión y convocó a numerosos músicos y público en general.

De origen valdiviano, Fabiola Ojeda estudió en EE. UU., donde fue galardonada por la Atlanta Cello Society, y luego fue alumna de Marcio Carneiro y Matias de Oliveira Pinto en Alemania. Radicada en Grecia desde 2009, enseña en varios conservatorios de Atenas y ha sido violonchelista principal de la Orquesta de Cámara de la Ópera Nacional. Desde 2014 ha colaborado con el compositor chileno Luis Saglie, con quien realizó homenajes a Pablo Neruda y Violeta Parra.

La interpretación históricamente informada de la música barroca tiene una larga tradición en países como Holanda, Inglaterra y Alemania, pero se ha desarrollado más tardíamente en el sur y el este de Europa. En Grecia, particularmente, la consolidación de su única orquesta barroca, Armonia Atenea, se ha visto retrasada por la larga crisis económica que se inició en 2009. Pese a ello, el ensamble ha logrado realizar grabaciones importantes para el sello Decca. Fabiola Ojeda ha participado en varias de ellas, incluida la ópera “Alessandro” de Haendel, con un elenco que incluyó a Julia Lezhneva, Karina Gauvin y Max Emanuel Cencic.

Otra colaboración importante de la intérprete chilena es la que ha establecido con Katerina Ktona, la pionera del clavecín en Atenas y gestora del ensamble “Lumini e Sombri”. Además, Fabiola Ojeda prepara un nuevo proyecto con otra tecladista: un recital de sonatas para viola da gamba de Bach interpretadas en violoncello piccolo en compañía de la organista Eleni Keventsidou. Junto a su actual ensamble “Diverse & Bizarre”, la violonchelista chilena se ha perfilado como una de las principales promotoras del Festival Barroco de Atenas y de los esfuerzos para que este logre consolidarse como un evento anual.

Todas estas iniciativas y colaboraciones de Fabiola Ojeda, junto con sus conexiones con países como Alemania e Italia, donde la “escena barroca” está más consolidada, prometen dar interesantes frutos en el futuro no tan lejano en el cultivo de la interpretación históricamente informada en la “cuna de Occidente”.

Felipe Elgueta