Aunque algunas cifras pandémicas arrojaron luces de esperanza en febrero, el panorama se ensombreció en marzo con una nueva ola de contagios en el mundo, la tercera en Europa. Tal como se refleja en el presente reporte de noticias acerca de chilenas y chilenos en el extranjero, las actividades musicales presenciales siguieron siendo escasas. En este contexto, continuó creciendo la participación chilena en iniciativas de colaboración internacional online, como la Alianza de Mujeres Clarisax, los conciertos de Flautistas Dulces de Latinoamérica y la plataforma de clarinetistas MCR Group. Entretanto, la prensa chilena empezó a hacerse eco de la gran recepción internacional de la pianista Mahani Teave y su disco debut, destacado en nuestros reportes de diciembre y febrero. También se dieron a conocer por fin los resultados de las postulaciones al Fondo de la Música, en las cuales participaron numerosos músicos residentes en el extranjero o con planes de estudiar en el exterior.

La artista residente en Colonia y miembro de la SIMUC fue una de las cinco compositoras y compositores convocados para el proyecto Creaciones bajo contagio del Teatro del Lago de Frutillar. La ejemplar iniciativa incluyó la publicación digital de un álbum con las obras encargadas, la producción de excelentes microdocumentales sobre cada una de ellas y una abundante difusión en los medios noticiosos que trascendió las fronteras nacionales.

Tamara Miller prepara otros proyectos colectivos, navegando entre las dificultades de la pandemia. Como parte de Acantun (6 compositores de 4 países), produjo Tempel im Gehör, proyecto inspirado por los Sonetos a Orfeo de Rilke. Financiado por la Fundación Ernest Siemens, será grabado por el ensamble El Perro Andaluz de Dresde. En el segundo semestre de 2021, debería ver la luz el proyecto Surco, alusivo al extractivismo minero, una realización de Miller y el colectivo interdisciplinario LAR∀S (Berlín/Colonia). También debería grabarse una obra suya para quinteto instrumental como parte del primer concierto online de la serie Frauen im Schatten (Mujeres en las sombras), liderado por la directora argentina Cecilia Castagneto. A esto se suma el proyecto personal #queseacabechile, una performance acerca del estallido social.

Además de Tamara Miller, Creaciones bajo contagio convocó a los compositores Sebastián Errázuriz, Miguel Farías, Fernanda Carrasco y Carlos Zamora: cinco creadores y creadoras de diversas edades y trayectorias que, desde cinco ciudades distintas (Colonia, Frutillar, Santiago, Valparaíso y York), debían plasmar en música su testimonio acerca de este tiempo de pandemia. Pese a las dificultades aparentemente insalvables del confinamiento y las restricciones de viaje, el proyecto fue realizado de manera ejemplar, incluidos los cincos microdocumentales con filmaciones en Chile, York y Berlín, en los que el notable cineasta Felipe Ríos conjuga música y entrevistas con elocuentes imágenes y una sabia edición. Grabadas por ensambles de tres o cuatro instrumentos (además de una soprano en Zamora y Farías), las interpretaciones son excelentes, y las tomas sonoras, muy claras, si bien el resultado es más espacioso y cálido en las tres obras realizadas en las dependencias de Tánica en Vitacura, en comparación con las registradas en el Teatro del Lago.

La pieza de Tamara Miller, Abulia Incuriae, es una obra de “teatro instrumental” que solamente estaría completa con un registro visual, pero que conserva mucho de su impacto en la versión sonora. Esta representación del individualismo y el eurocentrismo desde la perspectiva de una inmigrante en Alemania se suma a los permanentes esfuerzos de esta compositora por hacer un arte inteligible que dialogue con las problemáticas de nuestro tiempo y llame a abrazar la dimensión trascendente de lo colectivo como esperanza ante las crisis que hoy abruman a nuestro mundo.

Felipe Elgueta