Mientras el continente americano continuaba con sus actividades presenciales suspendidas, Europa dio firmes pasos de reapertura en junio, con numerosos conciertos de agrupaciones instrumentales y solistas vocales con público reducido y otras medidas de precaución sanitaria. Entretanto, varios músicos chilenos fueron invitados a realizar conciertos y masterclasses virtuales en Colombia, entre ellos el flautista Alberto Almarza y el musicólogo Samir Suez. En Chile, la curatoría Fanjul & Ward lanzó el ciclo virtual de Conciertos para la Hora Azul, que en cada velada estrena mundialmente una pieza recién enviada desde York por Carlos Zamora. Por su parte, el Teatro Municipal de Santiago, a través de su plataforma Municipal Delivery, nos permitió volver a disfrutar el espectáculo Falla y Flamenco, dirigido en 2019 por Paolo Bortolameolli en el Hollywood Bowl. Los graves costos sociales del prolongado confinamiento de la población chilena motivaron la realización de grandes conciertos virtuales solidarios como la gala lírica organizada por Javier Arrey desde Estados Unidos, y las Schubertiadas-Chinganas del sorprendentemente diverso y cosmopolita Colectivo Artistas del Bío-Bío. Otra iniciativa virtual destacable ha sido Chilecellos, que convocó a decenas de violonchelistas chilenos de todo el mundo para interpretar las suites de Bach. El presente informe es una selección de conciertos presenciales, actividades virtuales, lanzamientos discográficos y otras noticias internacionales acerca de chilenos y chilenas en tiempos de pandemia.

El sello Austrian Gramophone acaba de lanzar un disco del pianista y miembro de la SIMUC, Luis Muñoz Penrroz. Se trata de una producción de excelente sonido grabada por el premiado ingeniero alemán Bernhard Hanke. El disco será distribuido en Europa, Estados Unidos, Japón y Australia y estará disponible en Spotify y otras plataformas digitales.

Antes de trasladarse a Europa en 1998, el pianista y Premio Municipal de Artes de Chillán había realizado una muy destacada carrera en Chile, donde ganó varios concursos y tocó Gershwin, Falla y Rachmaninov con la Orquesta Sinfónica Nacional. Formado con la maestra Elisa Alsina en la Universidad de Chile, continuó sus estudios en la Universidad Mozarteum de Salzburgo, ganó varios premios en concursos en Italia y realizó una grabación para Radio Nederland que fue transmitida en toda América Latina. Tras egresar en 2004 del Mozarteum con las más altas calificaciones, se perfeccionó en la Universidad MDW de Viena. Adicionalmente, recibió apoyo artístico de Karl-Heinz Kämmerling, Leonid Sintsev, Stanislaw Tichonow, Manuel Carra y Alicia de Larrocha. Ha sido invitado a dictar masterclasses en diferentes instituciones musicales y universidades de Sudamérica.

Es una gran fortuna recibir por fin este registro realizado por Luis Muñoz en 2004 y 2007 en Alemania, luego de grabar su disco de Chopin (editado por Slovart Records, 2004). El pianista esperó pacientemente la oportunidad de poner este recital de Bach, Beethoven y Prokofiev en manos de un sello que le diera el merecido respaldo internacional a su difusión. El ingeniero de sonido Bernhard Hanke fue un cómplice de excelencia, brindando un sonido idealmente nítido y cálido. Hanke había sido responsable del registro de la obra pianística completa de Max Reger editada por Thorofon, producción galardonada en 2002 con el codiciado Premio Anual de la Crítica Discográfica Alemana (Preis der Deutschen Schallplattenkritik).

La calidez de la toma sonora le sienta muy bien a la otoñal Sonata n° 31 de Beethoven y, más aún, a los dos hermosos preludios corales de Bach en arreglo de Busoni. Mientras que en Beethoven el enfoque del intérprete es más bien fluido (cercano a Pollini, por ejemplo, aunque sin excesos percusivos en el Scherzo), en los movimientos extremos de la Sonata n° 7 de Prokofiev opta por una relativa lentitud que busca impactar más por la precisión y la potencia sonora que por el despliegue de agilidades y contrastes. Es impresionante la divergencia de enfoques con respecto a la misma sonata de Prokofiev grabada en 1999 por Javier Lanis, otro notable alumno de Elisa Alsina que ha hecho su carrera en Europa.

El lanzamiento de este importante disco de Luis Muñoz parece ser el preludio de una serie de nuevos proyectos de grabación, cuyos detalles esperamos difundir en su momento. El pianista ha cultivado firmemente el clasicismo vienés y, en sus últimas actuaciones, ha abordado la música de Schubert, incluyendo piezas a 4 manos y algo de acompañamiento vocal. En los últimos años también ha dedicado mucho tiempo a la investigación y estudio del repertorio latinoamericano. Esperemos que todo esto se plasme en nuevas producciones que contribuyan a valorar dentro y fuera de nuestro país el legado pianístico chileno, tan vinculado con Chillán, la ciudad de Claudio Arrau, de Elisa Alsina y, también, de Luis Muñoz Penrroz.

Felipe Elgueta