Mientras la pandemia alcanzaba uno de sus peores momentos y se lanzaban las primeras vacunaciones masivas en el Norte global, los tradicionales festivales chilenos de enero adoptaban formatos virtuales, entre ellos el FIMA de la Usach, que incluyó un recital de Catalina Vicens y su ensamble Servir Antico, y el Festival Academia Portillo, en el que participaron otros importantes músicos chilenos residentes en el exterior. Por su parte, El Sábado de diario El Mercurio eligió a sus 100 Líderes Jóvenes 2020, tres de los cuales son músicos que estudian en Europa. Pese a sus evidentes limitaciones, los conciertos en formato virtual han permitido experimentar en directo la labor de intérpretes y compositores en otros países. A esto se suma un importante flujo de grabaciones realizadas antes y en el transcurso de la pandemia que han ido apareciendo en diversos sellos discográficos.

El guitarrista y miembro de la SIMUC, Alexis Vallejos, acaba de lanzar su tercer disco, esta vez en el sello italojaponés Da Vinci Classics. Como video promocional, el sello ha publicado íntegramente el registro de El llamado de Mistral del chileno Gerardo Caviedes, obra que fue dedicada a Vallejos y se ha convertido en pieza favorita de sus conciertos. La producción, titulada Murales, comprende obras de siete compositores latinoamericanos, incluidos tres estrenos mundiales.

Tras iniciar su carrera internacional en 2008, Alexis Vallejos se consagró como ganador por unanimidad del Concurso Andrés Segovia en Linares, España, en 2012. Desde 2019, ha alternado residencia entre Chiba (provincia de Tokio) y Santiago. Durante la pandemia, su ajetreada agenda de giras por Asia-Pacífico, Sudamérica y Europa dio paso a actividades virtuales, como los recitales organizados por El Compositor Habla (España) y Fanjul & Ward (Chile) y su labor como jurado del Concurso de Guitarristas Clásicos Rusos. Durante los últimos meses también ha podido retomar sus clases y recitales en Japón, de manera presencial, gracias a la situación sanitaria relativamente favorable de ese país. Además, guía a estudiantes de diversos países de Asia-Pacífico y Sudamérica; varios de ellos han obtenido galardones en concursos internacionales.

El título del disco, Murales, evoca el espíritu latinoamericanista plasmado en aquel gran formato pictórico. El muralismo floreció desde México hace un siglo, precisamente cuando Gabriela Mistral escribía El grito, con su elocuente llamado a unir a la “América Española”. Gerardo Caviedes renueva la urgencia de este texto con una cueca oscura de dramáticas disonancias y percusivos efectos. Alexis Vallejos obviamente se deleita en la teatralidad de este Llamado de Mistral. La obra más extensa del disco, Variaciones sobre un tema de Víctor Jara de Leo Brouwer, también aporta resonancias latinoamericanistas con sus conexiones musicales y políticas entre Chile y Cuba. Vallejos aborda la introducción como si fuese una puesta en escena, tomándose su tiempo para meditar libremente, e imprime una ferocidad implacable en el Finale gracias a sus extrovertidos rasgueos.

La visión de América Latina como “crisol de culturas” se plantea desde el inicio del disco con el Bailongo campero del reconocido José Luis Merlín, músico argentino que suele conjugar elementos de su rica herencia cultural latinoamericana, judeoucraniana y española. La gracia de Dios del boliviano Fernando Arduz se inicia en una apacible simplicidad, pero luego deriva hacia secciones contrastantes con evocaciones de charango y percusivos ritmos de la cultura chapaca. Gabriela Mistral reaparece en Lucila, un meditativo homenaje del maestro chileno de la guitarra flamenca, Carlos Ledermann. Igualmente meditativo es su alumno Javier Farías en Lejana, quien además contribuye con De todas maneras, una sencilla y luminosa evocación de cueca y tonada. Inesperadamente, la incorporación de los Tres colores porteños de la premiada compositora argentina avecindada en Valencia, Claudia Montero, se convirtió en un melancólico homenaje a la autora, quien falleció pocos días antes del lanzamiento oficial del disco. Durante la pandemia, Montero había participado en varios encuentros virtuales organizados desde Chile por Fanjul & Ward, incluido un recital de Alexis Vallejos.

La selección de obras de este disco ilustra el rol aglutinador de la guitarra en ese constructo complejo e inabarcable que es Latinoamérica. A las expresivas interpretaciones de Alexis Vallejos se suma una toma sonora cercana y natural, a cargo del propio guitarrista (en los créditos figura Orphenica Lyra Media, su emprendimiento de documentación y registro musical). La sensible masterización es del experto Juan Pablo Quezada (Santuario Sónico, Santiago).

Felipe Elgueta